Vemos
muchas actuaciones de DJ’s que parecen fugaces. Un visto y no visto. Un abrir y
cerrar de ojos. Aparecen por la sala minutos antes de su actuación, pinchan
exactamente la hora las horas que tienen estipuladas. Ni un tema
más.
Al
terminar recogen sus ovaciones y en cuanto uno se da la vuelta ya se han marchado.
Una actuación, dos actuaciones, tres... en una misma noche. Maquinas de dinero que más
que ‘pinchar’ los temas parece que los escupen. La agenda apretada a más no
poder…
Este
par de párrafos podrían aplicarse a muchos de los DJ’s que conocemos hoy en
día, seguro que al leer estas líneas casi todos nos hemos imaginado a alguno y
hemos sufrido en nuestras carnes ese total desapego por el público que tiene
delante.
Recordemos
otros tiempos, donde un solo DJ tenía que hacer su propio warm-up, una sesión a
hora punta y una sesión para terminar la noche. Un DJ que pasaba en la cabina
desde antes de abrir el local, hasta más tarde de que la persiana bajase. Seis,
siete horas de sesión. Gran conocedor de su sala, de sus clientes. Sesiones
maratonianas, sin descanso ni para ir al baño siquiera.
Con esto no pretendemos criticar las programaciones de los clubs que se basan en la actuación de un artista o 'cabeza de cartel' durante un breve espacio de la noche, gracias a estas actuaciones hemos podido ver a DJ's de los cuales de otra manera sería imposible... pero siempre que nos pasa algo por la cabeza, un deseo que sabemos que para según determinados espectáculos, y según DJ's es algo poco habitual, un set ALL NIGHT LONG.
0 comentarios:
Publicar un comentario